viernes, 15 de febrero de 2019

La mentira que es verdad



8:30 de la mañana
¡Marìa! ¡Marìa! ¡Levàntate!. .- Grita la madre .- Baja a mirar los regalos que te trajo papà Noel.
¡Date prisa!. .- exclama el padre .-

Y Marìa de cinco años, se levantò ràpidamente, bajò las escaleras y fue directamente hacia el àrbol de Navidad que estaba a un costado de la chimenea.

Su padre ya estaba allì y cogiò una caja y se la pasò a Marìa.

Esta, comenzò àvidamente a desenvolverla del papel de regalo con las cintas de colores. 
Es que querìa saber si papà Noel le habìa traìdo la muñeca que ella , un mes antes le habìa pedido en esa carta que le escribiò y que fue con sus padres a dejar a la oficina de correos.

Y abriendo la caja grande que estaba a un costado del árbol, la encontró, y exclamó:

¡¡Gracias Papá Noel por no haberte olvidado de mi regalo!!

Seis y media de la tarde......

Doce años despuès.

La adolescente se acerca a su madre y le dice. “Mamà”
.- dime hija.- le contesta la madre.-
¿me das permiso para ir donde Marcela?.

“Dìle a tu padre”.- le contesta la madre.-.
Entonces la adolescente le pregunta a su padre.-
Papà
dime hija.- le contesta su padre.-
¿me das permiso para ir donde Marcela?. .- Pregunta ella.-

“Dile a tu madre” .- le responde el padre .-

Ya le dije a mamá .- insistió la adolescente.- y me dijo que te preguntara a ti.

¿Quièn es Marcela? .- pregunta su padre.-

Es mi amiga y mi compañera de curso en el colegio.- responde la adolescente.-

“Bueno, ve” .- le responde el padre y añade.-
pero a las diez, en casa.

Si papà.- exclama la adolescente contenta.-.

Papà y mamà estàn viendo la televisiòn en el salòn y dan las diez de la noche, 
papà mira su reloj y sigue mirando televisiòn.

Ya son las diez y media, papà mira su reloj... y la niña no llega.

Ya son las once de la noche, papà mira su reloj... y la joven no llega,
El padre le dice a su esposa. ¿Sabes el nùmero de telèfono de Marcela?.

Su mujer, asiente y coge su telèfono y llama a Marcela, preguntàndole por su hija.
Marcela le responde que Marìa no està en su casa,
 y que ella no la ha visto desde que salieron del colegio a mediodía.

El padre mira su reloj.... ya son las once y media.

Cuando faltan pocos minutos para las doce de la noche, el padre de Marìa se levanta del sillòn, 
coge el telèfono, y cuando està marcando el nùmero de la policìa, ….. 
se abre la puerta de calle y.... entra Marìa.

La madre corre hacia ella, la abraza y le dice, Pero, ¿dònde has estado?, ¿què te ha pasado?. 
¿cómo tan tarde?.
Nada.- contesta Marìa, .- y añade.- estaba en casa de Marcela.

El padre se acerca nervioso y acariciando el cabello de María, le dice a su hija.

“No nos mientas hija”.- y añade.- , “no debes mentirnos”, “nosotros nunca te hemos mentido y jamàs te hemos enseñado a mentir”.

En esta casa.- añade la madre.- no se miente.

Al escuchar esas palabras de sus padres, la joven inclina su cabeza, cierra sus ojos y recuerda.

Recuerda las llamadas de su madre y de su padre para que se levantara pronto y bajara a la sala para abrir los regalos que papá Noel le había llevado esa Navidad.

Recuerda lo agradecida que estaba de papá Noel de que no se hubiese olvidado de llevarle la muñeca que ella  tanto había deseado.

Entonces la joven, sin levantar la cabeza, y con los ojos aùn cerrados, responde:

“”Si papà, si mamà, en esta casa nunca se ha mentido.

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